El
Poder judicial es aquél que,
de conformidad con la legislación vigente, es el encargado
de la aplicación
de las
normas jurídicas en la resolución
de conflictos.
Según la teoría clásica
de Montesquieu, la división
de poderes garantiza la
libertad del ciudadano. Montesquieu compuso su teoría después
de un viaje a
Inglaterra en donde interpretó que un poder
judicial independiente puede ser un freno eficaz del ejecutivo.
El
poder ejecutivo y el
legislativo son dos poderes que en ocasiones también se enfrentan, las luchas
de poder
de los integrantes del legislativo suministran periódicamente a los nuevos integrantes del ejecutivo. Sin embargo el papel arbitral entre ambos requiere
de un poder
judicial fuerte y respetado como uno
de los poderes fundamentales del estado cuya
independencia es un valor a preservar porque
de ella depende que el sistema no deje
de funcionar y la
democracia de paso a la
tiranía.